Deuteronomio 30:15-16 (NTV)

15 »¡Ahora escucha! En este día, te doy a elegir entre la vida y la muerte, entre la prosperidad y la calamidad. 16 Pues hoy te ordeno que ames al SEÑOR tu Dios y cumplas sus mandatos, decretos y ordenanzas andando en sus caminos. Si lo haces, vivirás y te multiplicarás, y el SEÑOR tu Dios te bendecirá a ti y también a la tierra donde estás a punto de entrar y que vas a poseer.


¿Para qué nos sirve la fe? La fe es un don del Espíritu Santo que nos es dada para que estemos preparados para recibir las promesas de Dios. La fe consiste en creer que lo que Dios nos ha prometido lo tendremos. Pero la fe sola, sin obras está muerta. Para recibir las bendiciones de Dios es necesaria la fe primeramente, pero si la fe no va acompañada de obediencia, no recibiremos las bendiciones.


Miles y miles de pensamientos están presentes en nuestra vida cada día, así mismo, a cada instante debemos tomar decisiones. Si tomamos las decisiones correctas éstas producirán beneficios a nuestras vidas y a las vidas de quienes más amamos, pero si tomamos las decisiones equivocadas, de seguro que afectarán también a quienes nos rodean. Quizá las decisiones de nuestros padres o de nuestros antepasados no fueron las correctas y nos afectaron hasta el presente a nosotros. Pero Dios hoy nos da a escoger qué clase de vida queremos vivir. Si queremos una vida de bien y de prosperidad o si queremos una de mal y calamidad. Todo depende de qué decisión tomemos nosotros. La clase de vida que llevamos -sea buena o sea mala, no depende de Dios, sino de las decisiones que tomamos nosotros. Luego, si quieres tener una vida buena y próspera, debes decidir obedecer la Palabra de Dios, pero si decides no obedecerlo, entonces estarás caminando hacia la muerte y la calamidad.



Hebreos 10:35-36 (RVC)

35 Por lo tanto, no pierdan la confianza, que lleva consigo una gran recompensa. 36 Lo que ustedes necesitan es tener paciencia; para que, una vez que hayan hecho la voluntad de Dios, reciban lo que él ha prometido darnos.

Ahora, ¿De dónde viene la fe? La Biblia dice que la fe vine por oír la Palabra de Dios (Romanos 10.17), y la misma Palabra de Dios dice que la fe por sí sola no sirve, pues debe estar acompañada de acción: “Sean hacedores y no solo oidores” dice Santiago 1.22, y en Lucas 6.49 dice que “el que oye y no obedece es necio”. Luego, la fe debe ir acompañada de obediencia para que pueda agradar a Dios. En otras palabras, leer la Biblia no es suficiente, ni tampoco escucharla o meditar en ella. A menos que obedezcamos lo que ella nos dice, esa clase de fe carece de poder. Dios nos dio el Evangelio de Jesucristo para fortalecer nuestra fe, de tal manera que la podamos obedecer para glorificar a Dios.

Todas las promesas de bendición que Dios nos ha dado están registradas en las Escrituras, y en ellas dice que si queremos obtenerlas, debemos obedecer sus mandamientos por medio de la fe en Jesucristo. Esta es la ecuación: FE (en Jesús) + OBEDIENCIA (a las Escrituras) = BENDICIONES (prometidas).


Romanos 16:25-27 (RVC)

25 Y al que puede fortalecerlos conforme a mi evangelio y a la predicación de Jesucristo, según la revelación del misterio que se ha mantenido oculto desde tiempos eternos, 26 pero que ahora ha sido revelado por medio de las Escrituras de los profetas, y que de acuerdo al mandamiento del Dios eterno se ha dado a conocer a todas las naciones para que obedezcan a la fe, 27 al único y sabio Dios, sea la gloria mediante Jesucristo para siempre. Amén.


Lo que la Fe no es:


1. La fe no es desear algo. Puedes tener fe en que vas a obtener lo que deseas, pero si tu fe no descansa en la voluntad de Dios, no es una fe que le agrade a él.


2. La fe no es fingir que algo está bien cuando no lo está. No se trata de creer que las cosas se van a componer por sí solas, debes actuar y esperar que Dios te bendiga.


3. La fe no es un sentimiento ni una emoción. No se trata de algo emocional, se trata de una convicción de que Dios está al control.


4. La fe no es negociar con Dios. No se trata de hacer una transacción con Dios, hago esto pero si tú me das aquello.


La Obediencia:


Es posible que no siempre entendamos su manera de hacer las cosas, pero al obedecerlo, recibiremos sus bendiciones.


1. No es parcial, es absoluta. No puedes obedecer solo una parte de los mandamientos, los debes obedecer todos.


2. No es arrogante, es humilde. La obediencia a Dios comienza con la humildad. Debemos creer que su camino es mejor que el nuestro.


3. No es por una sola vez, es por siempre. No puedes obedecer a Dios solo cuando estás necesitado de su ayuda, lo debes hacer todos los días de tu vida.


4. No es una opción, es un mandamiento. Aunque puedes escoger no obedecer a Dios, debes saber que cumplir o no cumplir sus mandamientos trae consecuencias buenas o malas para ti.


¿Cómo Debemos Obedecer a Dios?


El Señor Jesús dijo en Mateo 12:30 “Ama al SEÑOR tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma, con toda tu mente y con todas tus fuerzas.” Y en 1 Juan 5:3-5 dice: “Amar a Dios significa obedecer sus mandamientos, y sus mandamientos no son una carga difícil de llevar.


1. Con todo nuestro corazón. Cuando amamos a Dios más que a cualquier otra relación, mas que a cualquier posición o posesión.


2. Con toda nuestra alma. Cuando nos comprometemos con él plenamente.


3. Con toda nuestra mente. Cuando procuramos conocerlo a él y a su Palabra, para que sus enseñanzas y valores formen la base de todo lo que pensamos y hacemos.


4. Con todo nuestro ser. Cuando reconocemos que nuestra fuerza y nuestros nos fueron dados por Dios para servirle a Él primeramente y no solo para nuestro placer.


Para Discusión en la Célula:


¿Alguna vez has recibido una promesa de que Dios te va a bendecir en alguna área de tu vida?


¿Qué te ha pedido Dios que hagas para alcanzar tu bendición? ¿Lo has hecho?


¿Te has quejado alguna vez de que ser obediente es demasiado difícil?


¿Por qué la Biblia dice que la fe sin la obediencia no le agrada a Dios?